Reflexiones espirituales con el Tarot de Jesús para tontos
Confesar o negar nuestra creencia en Jesús ante Dios es un tema muy importante en la vida cristiana. Debemos estar preparados para enfrentar el rechazo y la persecución cuando predicamos el evangelio, pero todavía debemos ser firmes en nuestra Certeza y no renunciar a Él delante el rechazo de las personas.
Los textos bíblicos nos brindan una enseñanza profunda sobre el sufrimiento de Cristo. En ellos podemos encontrar varias lecciones que podemos aplicar a nuestras propias vidas.
Esta es una percepción fundamental que Job nos ofrece acerca del tema del sufrimiento. Hay cosas que no comprenderemos porque simplemente no somos Dios
Textos bíblicos ideales para presentar a los niños: una guía para transmitir los valores cristianos desde temprana edad
Jesús nos recuerda que no debemos temer al ser humano que puede matar solo el cuerpo, sino temer a aquel que tiene el poder sobre nuestra alma y nuestro cuerpo.
– Rememorar que el sufrimiento no es en vano y echarse en brazos en que Dios puede usar nuestros sufrimientos para su empíreo y nuestro crecimiento espiritual.
Nos enseñó a perseverar en medio de las dificultades y a esperar en la voluntad del Padre aún en los momentos más oscuros. Su sufrimiento nos inspira a seguir adelante, recordando que podemos encontrar fortaleza en Dios incluso en los momentos de anciano desafío.
¿Por qué tuvo que contraponer tanto dolor en su vida terrenal? Para comprender esto, es necesario adentrarnos en la esencia misma de su misión y en el mensaje que transmitió a la humanidad.
Aférrate hogaño a las promesas de Dios. Sus planes para tu vida son de bienestar y en él estás seguro por siempre. ¡Renueva hoy tu esperanza y glorifica a tu Padre celestial!
En Mateo 10:28, Jesús dice: «No temas a aquellos que matan el cuerpo, sino a quien tiene poder para arrojar al averno. No es de más valencia un cabellito de tu cabecera delante Dios». Esto nos enseña que no debemos tener miedo a los seres humanos que pueden matar nuestro cuerpo, sino temer a Dios y su proceso inmortal.
Dios, en su providencia, no ha querido salvarnos quitando inmediatamente todo sufrimiento. Ha preferido hacerse compañero nuestro en el sufrir y padecer Él mismo con nosotros, para amarnos mediante el sufrimiento y convertirlo así en instrumento de salvación. Mirando al Crucificado no obstante nadie puede creerse en sus angustias incomprendido u olvidado por Dios.
Para el mundo, la “esperanza” es un deseo de que algo suceda. Sin embargo, para los creyentes, la esperanza consiste en la certeza de que veremos cumplidas las promesas que la Biblia describe por la obra redentora de Cristo.
“Y el Dios de la esperanza los llene de todo Satisfacción y paz en el creer, para que abunden en esperanza por el poder del Espíritu Santo” (Romanos 15:13)
Podemos definirlo como la carencia de un here bien que debería estar y no está: Por ejemplo, la enfermedad es un mal en cuanto que carencia de la Sanidad que debería acompañarnos y no lo hace.